Y ayer, hablando de recuerdos,
y pensando en ciertos momentos,
creo...me parece,
que jamás te he dedicado nada por escrito.
Pasan los años...
21, exactamente,
pasa el tiempo,
pero el recuerdo permanece,
fijo, inmovil, imborrable,
guardado en la cajita de mi corazón.
En esa cajita guardo...
tus besos,
esos que me dabas cuanto tanto necesitaba;
tus abrazos,
aquellos que transmiten tanto calor, tanta seguridad;
tus miradas,
con las que decias te quiero, te estás equivocando, adelante...lucha;
tus silencios,
en los que no hacia falta que dijeras nada, era suficiente;
tus palabras,
de apoyo, de bronca, de hacerme querer, de hacerme sentir, de todo;
tus risas y sonrisas,
las que me dedicabas, las que te provocaba, las que reiamos;
tú tristeza,
en la que estaba yo, y cuando no estaba...lo lamento, no supe estar.
Creo que no lo hicimos tan mal,
o tratamos de hacerlo lo mejor que pudimos...
y ahora, tantos años después
puedo asegurar que esa cajita esta blindada,
que no se rompe...que permanece,
que ahí se quedará,
porque he conseguido algo muy importante,
llamarte aMiGo...y que tú me llames aMiGa,
y eso es, si me lo permites, todo un privilegio.
Años, por los que nos quedan,
por la vida que nos queda por pasar juntos,
¿Tú estás dispuesto a vivirla conmigo,
a pesar de las montañas, los valles, las espinas...?
No prometo que sea fácil,
sólo prometo sonrisas, besos, abrazos y más momentos inolvidables.
Te Quiero Aymón,
así, tal como eres,
tal como has sido y serás en mi vida.